En el anterior post escribí sobre la Ruta de los Vinos de Alsacia, que descubrí durante mis vacaciones en el mes de septiembre. En el de hoy voy a hablar sobre la región vinícola de Baden, en Alemania, que linda con Alsacia, quedando separadas por el río Rin y enclavada en la Selva Negra alemana.
Visitar zonas vinícolas nos encanta, ya que es una forma de conocer cómo es la vitivinicultura en zonas diferentes a la nuestra (Rioja). Sin embargo, cuando visitas otro lugar, y más fuera de España, buscas también el ocio y lugares de interés que te puedan ofrecer las ciudades del lugar. Por ello me gusta también hacer recomendaciones de ese tipo, que no todo van a ser viñas y vino.
Lo que nos ocurrió en Baden-Wurtemberg, donde se ubica esta región vinícola, fue precisamente, que aunque el paisaje es una maravilla, las ciudades no nos gustaron tanto, y fue por ello por lo que decidimos cambiar de rumbo, y en vez de seguir conociendo Alemania, fuimos a conocer otros lugares de Francia.
1. Región vinícola de Baden
Baden se encuentra en la parte occidental de Baden-Wurtemberg. Es la región más cálida de Alemania, aunque algo más húmeda que Alsacia. Un tercio de la producción del vino alemán procede de allí. En cuanto a su paisaje vitícola, la mayor parte de sus viñedos bordean la selva negra, la mayoría se encuentra en una franja de 130km entre bosque y río, y los mejores se hayan en el Kaiserstuhl (el macizo de la selva), en laderas orientadas al sur.
En cuanto a las variedades que se cultivan en Baden, encontramos: Spätburgunder (Pinot Noir) Riesling, Müller-Thurgau, Grauburgunder (Pinot Gris) y Gutedel (nombre autóctono que correspondería a la Chasselas suiza)
Y en referencia a los vinos que se elaboran en la zona, el más famoso es el tinto elaborado con Spätburgunder y el blanco elaborado con Riesling o con Grauburgunder. Me gustaría decir que probé mucho vino alemán, pero también soy una gran amante de la cerveza, y si algo hacen como nadie los alemanes es precisamente eso.
En cuanto a la gastronomía del lugar, he de decir que me encantó. Si bien comparte platos típicos como el Choucroute con la vecina Alsacia, es más fácil en mi opinión encontrar un lugar en el que comer bien en Alemania que en Francia. El precio es similar en ambos sitios.
2. Baden baden
En primer lugar decidimos ir a Baden Baden,a través de la selva negra y he de decir que el paisaje es increíble, un bosque que no termina nunca. Baden Baden es una ciudad balneario, muy elegante, refinada y cuidada y se notaba a leguas que era el lugar de descanso de la gente pudiente, y lo sigue siendo. Hoy en día está mas democratizada, pero para no ser una ciudad demasiado grande, había varias tiendas de archiconocidas marcas de lujo.
Nosotros nos dedicamos más a caminar y admirar sus elegantes calles y fachadas modernistas, así como preciosos jardines y pasear por Lichtentaler Alle, una larga avenida que discurre paralela al río y desde se pueden contemplar varias villas del SXIX.
Merece también la pena ver el Kurhaus, que es el edificio que alberga a uno de los casinos más bonitos del mundo y cuyo interior está inspirado en los grandes palacios franceses.
Nosotros visitamos la iglesia rusa y la iglesia colegiata, pero no nos parecieron ninguna maravilla.
En general puedo decir que nos gustó, pero tampoco nos enamoró.
3. Friburgo de Brisgovia
Ese mismo día, por la tarde, visitamos Friburgo de Brisgovia, capital de la selva negra, y fuimos por una carretera rodeada de viñedos a la derecha, y de bosque a la izquierda. Como digo, el paisaje es de cuento. Sin embargo, la ciudad en sí no nos gustó.
Friburgo Tiene algunas cosas dignas de mención, como la catedral de estilo gótico, que por su color recuerda a la de Estrasburgo, pero sin llegar a ser tan impresionante; La plaza en la que se ubica (Munsterplatz) y sus bonitos edificios, entre los que destaca el ayuntamiento, y la kornhaus. También merece una visita Martinstor, una preciosa torre medieval que hacía de puerta de entrada a la ciudad…
Y en general puedo decir, que como en muchos lugares, la parte bonita de la ciudad es el casco antiguo (Altstadt), que es donde se ubican los elementos que os he mencionado. Si os alejáis de él veréis una ciudad un poco pobre en cuanto a su atractivo turístico. Supongo que quedaría dañada por la guerra y por aquel entonces no estaban pensando en construir edificios ornamentados, si no más bien funcionales.
En resumen: Friburgo nos decepcionó bastante, y a pesar de que no se encuentran lejos, es súper diferente arquitectónicamente a Baden Baden, y eso nos llamó la atención, aunque como he dicho ninguno de los dos lugares es para enamorarse. Quizá alguien me mate por pensarlo y decirlo, pero es mi opinión.
No obstante, unos amigos me recomendaron visitar algunos pueblecitos con encanto dentro de la selva negra, como Gegenbach, Triberg y las cataratas con el mismo nombre (las más altas de Alemania) aunque nosotros no tuvimos tiempo de visitarlas.